El conflicto en Gaza se intensifica mientras Israel lanza una ofensiva terrestre con el objetivo de neutralizar a Hamas, intensificando así el sufrimiento de los ciudadanos palestinos. Durante una rueda de prensa en Nueva York, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, alertó sobre el deterioro constante de la situación en la región, enfatizando que «la situación en Gaza empeora cada hora».
Este miércoles, el ejército israelí reiteró sus órdenes a los habitantes de Gaza para que abandonen la ciudad en un plazo de 48 horas, sugiriendo un éxodo hacia el sur a través de un cruce temporal en la carretera de Salah ad Din. Las arterias de la ciudad se han transformado en escenarios caóticos, con miles huyendo en medio del conflicto, enfrentando no solo la violencia, sino también la escasez de alimentos y el trauma psicológico persistente, especialmente en niños.
Las agencias humanitarias han reiterado su llamado a proteger a los civiles, recordando que es una obligación bajo el derecho internacional. Dujarric reportó casi 40.000 desplazamientos hacia el sur desde el lunes, ascendiendo a un total de aproximadamente 200.000 desde mediados de agosto. En medio de esta crisis, han surgido casos alarmantes, como mujeres dando a luz en las calles, sin acceso a hospitales ni asistencia médica. Se estima que alrededor de 23.000 mujeres enfrentan esta falta de atención, con 15 bebés naciendo cada semana sin soporte médico.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha informado que los centros de distribución de alimentos han cesado sus operaciones debido a las evacuaciones y al incremento de la actividad militar. Esto ha interrumpido gravemente los servicios de nutrición, con 21 de los 50 centros de tratamiento de desnutrición ya cerrados, poniendo en riesgo a unos 4.000 niños.
Actualmente, cerca de 26.000 niños en Gaza requieren tratamiento urgente para la desnutrición aguda, con más de 10.000 en la ciudad de Gaza. El sur de la Franja, especialmente en áreas como Khan Younis y Deir Al Balah, está sufriendo una presión significativa con la llegada de desplazados masivos. La ONU continúa evaluando y atendiendo la desnutrición infantil, subrayando la gravedad del problema: 12.800 niños fueron diagnosticados con desnutrición aguda en agosto y redirigidos para recibir atención médica necesaria.