

En 1999, en la tranquila ciudad de Lille, un joven estudiante polaco con una visión clara del futuro emprendió un viaje que marcaría el rumbo del cloud europeo. Octave Klaba, impulsado por el simple deseo de mejorar el alojamiento web, solicitó un préstamo de 25.000 francos a su familia. Sin más recursos que un ordenador y su ingenio, fundó OVHcloud, una empresa que hoy, con una notable facturación de más de 1.000 millones de euros anuales, se erige como un baluarte del cloud soberano en Europa.
El nombre OVHcloud no es fruto del azar; proviene del pseudónimo que Klaba utilizaba en los foros de la época: «Oles Van Herman». Su historia personal, marcada por una infancia bajo el comunismo en Polonia y su posterior emigración a Francia, se entrelaza con la esencia misma de la empresa. Sin hablar francés al llegar, Klaba se sumergió en el estudio de la ingeniería en Lille, donde encontró su pasión por los servidores y el deseo de crear un servicio que superaría las deficiencias del mercado.
Desde sus inicios, OVHcloud fue un emprendimiento familiar. Octave lideró el aspecto técnico, su padre innovó en sistemas de refrigeración líquida, su madre manejó las finanzas y su hermano se encargó de la investigación y desarrollo. Este enfoque familiar se mantiene hoy en la gobernanza del grupo, que aunque cotiza en Bolsa, sigue firmemente anclado a sus raíces.
La propuesta de OVHcloud no se limita a ser un proveedor más en la nube; representa un enfoque holístico que combina diseño, fabricación y operación en un solo ciclo. En su sede en Roubaix, la producción es totalmente integrada. Fabrican sus propios chasis, racks y sistemas de refrigeración, lo cual les permite optimizar costos, innovar en eficiencia energética y personalizar el hardware según las necesidades de sus clientes. Esta capacidad de autoabastecimiento es una ventaja competitiva en un mercado dominado por gigantes norteamericanos.
En 2021, OVHcloud enfrentó un desafío crucial cuando un incendio en su centro de datos en Estrasburgo destruyó instalaciones y llevó a la pérdida de datos. Lejos de doblegarse, la empresa utilizó la crisis como un catalizador para mejorar su resiliencia, implementando mejoras en sus servicios de backup y recuperación. Ese mismo año, decidió salir a Bolsa, una declaración contundente de su visión a largo plazo.
En el ámbito europeo, donde la discusión sobre soberanía digital y cloud de confianza gana cada vez más relevancia, OVHcloud se posiciona como un líder indiscutible. Con una infraestructura robusta en Europa y una expansión global cuidadosa, enfatiza en la soberanía del cliente, ofreciendo una alternativa viable a las soluciones extranjeras sujetas a regulaciones extracomunitarias.
La trayectoria de OVHcloud encapsula valores profundamente europeos: un inmigrante que se convierte en un campeón del continente, una empresa familiar que desafía las normas del crecimiento acelerado y una industria que prioriza la producción local y la autonomía tecnológica. En un momento donde Europa debate intensamente sobre su papel en la tecnología global, OVHcloud se presenta como una prueba viviente de que una alternativa más industrial, transparente y local no solo es posible, sino exitosa.
Todo esto, nacido de un préstamo familiar y un nickname en los foros de internet, refuerza la idea poderosa de que la determinación y la innovación son fuerzas transformadoras, capaces de dar forma al futuro de la tecnología europea.
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