Los restauradores de la Casa de Campo en Madrid han reportado una preocupante disminución en la afluencia de clientes desde el inicio del año, lo que ha generado una situación económica complicada para estos negocios. Según los propietarios, las restricciones de movilidad, junto con el cambio en los hábitos de consumo de la población, han contribuido significativamente a esta caída. A pesar de la reapertura total después de las restricciones por la pandemia, los niveles de clientes no han logrado recuperarse a los números previos. Muchos de estos establecimientos dependen tanto del turismo como de los residentes locales, pero ambos grupos parecen haber reducido su frecuencia de visita.
Los restauradores han hecho un llamado a las autoridades locales para implementar medidas de apoyo, como la promoción de la zona y el impulso de eventos que atraigan a más visitantes. Además, han solicitado mejoras en la infraestructura y en la seguridad de la zona para hacerla más atractiva a los potenciales clientes. Mientras tanto, los restaurantes se ven obligados a buscar nuevas estrategias, como la adaptación de menús, la mejora de la experiencia del cliente y promociones especiales, con la esperanza de revitalizar su actividad en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad.
Leer noticia completa en El Mundo.