A tan solo dos semanas de las decisivas elecciones presidenciales en Estados Unidos, la campaña de la demócrata Kamala Harris ha puesto en marcha una estrategia que involucra al expresidente Barack Obama para reforzar su posición en Wisconsin y Míchigan, estados considerados cruciales en el conocido como ‘muro azul’. Estos territorios son vitales para que los demócratas puedan mantener el control de la Casa Blanca, especialmente tras la derrota en 2016 frente a Donald Trump. En un mitin celebrado en Madison, Wisconsin, Obama no escatimó en críticas hacia Trump, acusándolo de utilizar la inmigración como chivo expiatorio para desviar la atención de los problemas internos del país. En el evento, Obama estuvo acompañado por figuras como Tim Walz, aspirante a la vicepresidencia, y el actor Bradley Whitford, local de Madison.
Posteriormente, Obama se trasladó a Detroit, Míchigan, donde fue introducido por el rapero Eminem, originario de esta ciudad. Allí sorprendió al público al rapear una de las más icónicas canciones de Eminem, “Lose Yourself”, lo que provocó la euforia entre los asistentes. El expresidente aprovechó el momento para continuar su crítica hacia Trump, esta vez refiriéndose a la venta de productos durante su campaña. Esta movida forma parte de un esfuerzo para movilizar a la base tradicional urbana de los demócratas, un electorado que se encuentra en una encrucijada debido a la creciente popularidad de Trump entre algunos grupos demográficos, incluidos varones afroamericanos. Paralelamente, mientras Obama recorría el norte del país, el actual presidente Joe Biden buscaba asegurar su posición en Nuevo Hampshire, destacando los logros de su administración en la reducción del costo de los medicamentos, un tema que se perfila como determinante en el contexto electoral actual.
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