Jon Rahm, conocido por su sinceridad, sorprendió al menospreciar su propio récord en la Liga Saudí al compararlo con los desafíos del circuito estadounidense. En una rueda de prensa previa al US Open, Rahm reflexionó sobre su logro de 21 clasificaciones consecutivas entre los 10 primeros, afirmando que tal hazaña es más fácil en torneos con menos participantes en comparación con los más competitivos de 150 jugadores. Esta declaración resaltó una crítica implícita a la Liga Saudí, un comentario audaz considerando la división actual entre los golfistas del LIV y el PGA Tour en los principales torneos.
Este US Open, celebrado en el desafiante campo de Oakmont Country Club, destacó más por la dificultad del terreno que por las rivalidades entre golfistas. Oakmont demostró ser una prueba intimidante, frustrando a los jugadores con su césped que atrapa pelotas y sus duros greens. Jon Rahm experimentó de primera mano estos retos, con un recorrido lleno de oportunidades perdidas y algunos momentos brillantes, cerrando con un resultado de +7, alejándose del liderato de Sam Burns. Ni Rahm ni su competidor Scottie Scheffler lograron su mejor desempeño, ya que ambos lucharon contra el campo con puntuaciones por encima del par.
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