En un avance que podría transformar la automatización industrial, NVIDIA y Foxconn están en etapas avanzadas de negociación para integrar robots humanoides en la producción de servidores de inteligencia artificial (IA). Según fuentes de Reuters, ambas compañías planean que esta innovación comience a operar en una nueva planta ubicada en Houston, en los próximos meses.
Este proyecto ha captado la atención del sector tecnológico y manufacturero debido a su significado emblemático: por primera vez, productos de NVIDIA serán ensamblados por robots humanoides. Foxconn, conocido por ensamblar dispositivos para gigantes como Apple y Tesla, se prepara para un cambio tecnológico que podría alterar el mercado laboral en sus fábricas.
Aunque no se han revelado detalles específicos sobre los robots ni su cantidad, se anticipa que serán entrenados para realizar tareas como recogida de objetos y ensamblaje de componentes. Si demuestran ser efectivos, podrían reemplazar a operarios humanos en otras instalaciones de Foxconn a nivel mundial. La fábrica en Houston, con espacios logísticos ampliados y líneas de ensamblaje adaptadas, será el campo de pruebas para estos robots, que iniciarán su operación en el primer trimestre de 2026, junto con la producción de servidores con chips NVIDIA GB300.
El movimiento, aunque polémico, responde a una lógica empresarial clara: los robots pueden operar sin descanso, reduciendo costos y aumentando la productividad. Esta eficiencia podría revolucionar la industria tecnológica, sobre todo en sectores donde el tiempo y el coste son críticos. Anteriormente, Foxconn había colaborado con UBTech en el uso de robots humanoides, pero la alianza con NVIDIA sugiere un salto hacia modelos más avanzados.
Mientras otras empresas, como Tesla con su robot Optimus, exploran usos similares sin implementación a gran escala, la alianza NVIDIA-Foxconn podría ser la primera con un impacto tangible en la producción de hardware sofisticado. Ni Foxconn ni NVIDIA han emitido declaraciones oficiales, pero todo indica que 2026 será un año crucial para la implantación de manufactura robotizada.
Más allá del avance tecnológico, surge un debate ético y social: ¿qué empleos se perderán?, ¿cómo impactará en los trabajadores de Foxconn?, ¿estamos preparados para una industria deshumanizada? Aunque las respuestas a estas preguntas aún son inciertas, es innegable que la planta de Houston será un punto de inflexión. La era de la robótica humanoide en la manufactura ya es una realidad presente.
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