NVIDIA, tradicionalmente distante de los nodos más avanzados, ha decidido dar un giro estratégico significativo. La compañía se posiciona como el primer cliente del nodo A16 de TSMC, marcando un hito en la industria de semiconductores. Este nuevo proceso de 1,6 nm con tecnología de alimentación trasera y transistores GAAFET promete revolucionar la eficiencia energética y aumentar la densidad de los chips, lo que representa un salto tecnológico previsto para la segunda mitad de la década.
Hasta ahora, NVIDIA había optado por explotar arquitecturas y procesos consolidados, mientras Apple y Qualcomm se lanzaban a testar los nodos más novedosos. Sin embargo, la creciente importancia de la inteligencia artificial generativa y la competencia en el sector HPC y GPUs para IA con compañías como AMD parecen haber impulsado a NVIDIA a cambiar su estrategia.
Desde los 110 nm, NVIDIA no lideraba la adopción de los nodos de vanguardia. Según fuentes del China Times, el A16 podría jugar un papel crucial en sus futuras arquitecturas Rubin Ultra o Feynman, programadas para 2027-2028. Este cambio no solo significa una reducción de escala, sino que también introduce mejoras significativas como los GAAFET nanosheet y el Super Power Rail, mejorando drásticamente el rendimiento por vatio, un factor crítico para los centros de datos de IA.
El mercado ha cambiado: ya no son solo los smartphones los que dictan las reglas, sino la IA de alto rendimiento. Tras el lanzamiento de CPUs Venice de AMD en 2 nm, la decisión de NVIDIA de abrazar el A16 refleja una necesidad de innovar y no quedar rezagado. Sin embargo, esta avanzada tecnología tiene su costo, con precios que podrían superar los 30,000 dólares por oblea, pero que se justifican por el valor que aportan en eficiencia y densidad.
Esta decisión estratégica ocurre en un contexto donde Europa intenta reducir su dependencia tecnológica asiática y norteamericana mediante el European Chips Act. Aunque TSMC continúa liderando desde Taiwán, la participación de NVIDIA en el nodo A16 subraya que la carrera por la soberanía tecnológica también depende de los actores más influyentes en la miniaturización de semiconductores.
El enfoque hacia los chips de IA para centros de datos representa un cambio de ciclo después de décadas de dominio de los smartphones en los avances tecnológicos. Este movimiento no solo expande la base de clientes de TSMC, sino que también alinea los futuros avances de la Ley de Moore con el auge de la computación acelerada.
Para NVIDIA, el paso es evidente: asegurarse un lugar al frente de la carrera tecnológica, adelantándose a sus competidores y garantizando acceso a un nodo que podría ser tan transformador como lo fueron los 28 nm o los 7 nm. La producción en volumen del A16 se espera para 2026, con los primeros productos basados en esta tecnología posiblemente apareciendo entre 2027 y 2028. El impacto en la industria sugiere que la era de los nodos más avanzados ya no está reservada exclusivamente para el mercado móvil, sino que ahora responde a la explosiva demanda de la inteligencia artificial.
Más información y referencias en Noticias Cloud.