NVIDIA ha tomado un giro estratégico relevante ante las restricciones que Estados Unidos ha impuesto a la exportación de tecnología avanzada hacia China. En respuesta, la compañía está desarrollando un nuevo chip de inteligencia artificial denominado B30, dirigido exclusivamente al mercado chino. Este chip se distingue por ser el primero en su categoría que ofrece soporte para expansión multi-GPU.
El B30 estará basado en la arquitectura Blackwell, aunque presentará limitaciones frente a las versiones diseñadas para el mercado global. La memoria de alta capacidad HBM será reemplazada por GDDR7, y no se utilizará el avanzado sistema de encapsulado de TSMC. En cambio, NVIDIA optará por integrar chips GB20X, los mismos de la serie RTX 50, lo que permitirá ofrecer el B30 a un costo más accesible, entre 6.500 y 8.000 dólares, en comparación con los 10.000-12.000 dólares del modelo H20.
Existe especulación respecto a si el chip B30 empleará una tecnología de interconexión con NVLink, interfaz propia de NVIDIA, aunque esta fue retirada en las últimas generaciones de GPUs de consumo. Una opción plausible es que el chip use tecnología de interconexión basada en ConnectX-8 SuperNICs, como la vista en Computex 2025 para unir GPUs RTX Pro 6000. NVIDIA también podría haber modificado el chip GB202 de la RTX 5090 para habilitar una interconexión directa entre múltiples unidades, lo cual podría potenciar significativamente su rendimiento en entornos empresariales chinos.
El desarrollo de esta nueva línea ha surgido como una maniobra para contrarrestar las restricciones estadounidenses, que obligan a NVIDIA a obtener licencias específicas para exportar sus productos más avanzados a China. Esto ha forzado a la empresa a diseñar versiones modificadas de sus chips de inteligencia artificial para no infringir las normativas vigentes, mientras sigue abasteciendo a un mercado fundamental a nivel global.
El CEO de NVIDIA, Jensen Huang, ha manifestado en repetidas ocasiones que China representa más del 50 % del talento global en inteligencia artificial. Por tanto, mantener su presencia en este país es crucial para seguir a la vanguardia en el sector.
La filtración del chip B30 pone de manifiesto una situación compleja: las restricciones de Washington no han detenido el progreso técnico en China, pero han presionado a empresas como NVIDIA a adaptar sus productos bajo fuertes limitaciones. El éxito del B30, su desempeño y la aceptación en el mercado chino determinarán el futuro de la compañía en un contexto de creciente competencia y desafíos geopolíticos.
Mientras tanto, Huawei sigue fortaleciendo su posición como una alternativa nacional en el desarrollo de chips de inteligencia artificial, intensificando así la presión sobre los fabricantes occidentales en el sector.
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