NVIDIA ha anunciado un inesperado retraso en el lanzamiento de su anticipado chip de inteligencia artificial, el Blackwell B200. La postergación, que extenderá las entregas hasta 2025, se debe a un fallo de diseño descubierto en una fase avanzada de producción. Este contratiempo añade tres meses más al cronograma inicialmente previsto para la distribución masiva de estos chips de última generación.
El chip B200 está diseñado para suceder al altamente demandado H100, ofreciendo un rendimiento prometido 30 veces superior y una reducción en el consumo de energía de 25 veces. No obstante, antes de que estos chips lleguen al mercado, están siendo sometidos a nuevas pruebas en una instalación de TSMC. La prioridad es resolver el problema de diseño y garantizar que los B200 cumplan con los estándares de calidad y rendimiento esperados.
El retraso ha generado una notable decepción entre gigantes tecnológicos como Microsoft, Google y Meta, quienes ya habían realizado considerables pedidos de los chips B200. Esta noticia también representa un revés significativo para NVIDIA, que había anunciado recientemente una ambiciosa estrategia de lanzar un nuevo chip cada año, con el objetivo de mantenerse a la vanguardia en un mercado cada vez más competitivo.
La demora no solo afecta la planificación de las empresas que esperaban integrar los chips B200 en sus infraestructuras de inteligencia artificial, sino que también pone en cuestión la viabilidad de la estrategia de NVIDIA de ofrecer actualizaciones tecnológicas rápidas y constantes. Ahora, la compañía deberá centrarse en asegurar que los B200 alcancen los altos estándares de calidad y rendimiento prometidos.
Mientras tanto, toda la industria tecnológica sigue de cerca cómo NVIDIA maneja esta situación y si logrará mitigar los efectos negativos de este retraso en su plan estratégico y en su posición de liderazgo en el mercado de chips de inteligencia artificial.