En Santa Clara, el 18 de septiembre de 2025, NVIDIA e Intel presentaron una colaboración de largo alcance destinada a revolucionar el sector tecnológico. Las dos gigantes, que cotizan en NASDAQ, han acordado desarrollar conjuntamente varias generaciones de productos para centros de datos y PCs, buscando potenciar aplicaciones críticas en mercados hiperescalares, empresariales y de consumo.
La alianza se centra en la integración nativa de sus arquitecturas mediante NVIDIA NVLink, uniendo las capacidades de inteligencia artificial y computación acelerada de NVIDIA con las CPUs x86 de Intel. Este esfuerzo busca superar los retos actuales de rendimiento y eficiencia, acercando aún más sus tecnologías al tejido esencial de la computación moderna.
Dentro del pacto, NVIDIA también ha decidido invertir 5.000 millones de dólares en acciones ordinarias de Intel, operación sujeta a las aprobaciones regulatorias necesarias. Este movimiento refleja la solidez de la colaboración y las expectativas de desarrollo conjunto, aunque ambas compañías advierten sobre los riesgos e incertidumbres típicos de este tipo de acuerdos.
El anuncio revela dos líneas principales de productos: para los centros de datos, Intel fabricará CPUs x86 personalizadas que NVIDIA integrará en sus plataformas de infraestructura de inteligencia artificial. Para computación personal, Intel producirá SoC x86 que incorporarán chiplets de GPU NVIDIA RTX, diseñados para una amplia variedad de PCs.
El uso de NVLink se posiciona como la clave para reducir cuellos de botella, optimizando el movimiento de datos y permitiendo un escalado eficiente en aplicaciones de IA y gráficos. Jensen Huang, CEO de NVIDIA, subrayó la importancia de este desarrollo en la próxima era de la computación, mientras que Lip-Bu Tan, CEO de Intel, destacó cómo esta asociación enriquecerá sus ofertas y capacidades tecnológicas.
Este acuerdo implica más que una simple colaboración tecnológica. Las empresas están reescribiendo las reglas de integración de CPU y GPU, prometiendo innovaciones que van desde mejoras en centros de datos hasta la potencia gráfica avanzada en PCs cotidianos.
Sin embargo, el éxito de esta alianza dependerá de varios factores, incluyendo tiempos de desarrollo, fabricación y la capacidad de adaptación del mercado a estas nuevas tecnologías. Las primeras iniciativas de esta colaboración prometen centros de datos donde las CPUs y GPUs trabajen en perfecta armonía, y PCs con capacidades avanzadas sin depender de una GPU externa.
Esta noticia marca un hito en la evolución de la tecnología informática, ofreciendo una nueva perspectiva sobre cómo las alianzas estratégicas pueden moldear el futuro de la industria tecnológica global.
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