La figura de Terelu Campos, conocida por su trayectoria en el mundo de la televisión, vuelve a ser objeto de controversia tras salir a la luz comentarios de antiguos colegas sobre su presunto comportamiento en el entorno laboral. En particular, se ha cuestionado su trato hacia su asistente personal y su supuesto carácter soberbio. Sin embargo, no toda la retroalimentación ha sido negativa. Lola, una maquilladora que trabajó con Terelu en sus inicios, defendió públicamente su ética y comportamiento en el programa «TardeAR». Lola describió a Campos como una profesional «superresponsable y honesta», afirmando no haber presenciado nunca comportamientos que avalaran las críticas en su contra. Además, enfatizó que Terelu nunca se impuso sobre nadie pese a las ventajas profesionales que pudiera tener por ser hija de María Teresa Campos.
Por otro lado, Esperanza, otra maquilladora que compartió set con Terelu en «Con T de Tarde», ofreció una visión más neutral sobre el trato de la presentadora. Aunque no entró a evaluar positivamente ni negativamente a su excompañera, Esperanza confirmó que siempre mantuvo una relación cordial con ella. Mientras algunas voces continúan insistiendo en las críticas, estas intervenciones públicas han abierto un nuevo matiz en la discusión, destacando la importancia de considerar múltiples perspectivas antes de conformar una opinión definitiva sobre la conducta profesional de Terelu Campos.
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