La Convención Republicana en Milwaukee consagró a Donald Trump con un fuerte apoyo, sin disenso significativo. La entrada triunfal del exmandatario, ovacionado por una multitud de seguidores, destacó la consolidación de su figura en el partido. Los asistentes, equipados con parches en la oreja y pancartas pro-Trump, subrayaron su compromiso. La convención casi sin presencia de otros líderes republicanos, reflejó la adhesión absoluta a Trump y sus políticas. Temas polémicos como el aborto y las armas no dividieron demasiado a los delegados, mientras que el silencio y la unidad reinante podrían indicar un respaldo más sólido de cara a las próximas elecciones.
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