La Cámara de Representantes de Tailandia ha confirmado a Anutin Charnvirakul como nuevo primer ministro, cerrando un período de inestabilidad política en el país. Con 311 votos a favor, Anutin superó con creces la mayoría necesaria de 247 diputados, apoyado por un pacto estratégico que le permitió vencer a su rival del gobernante Pheu Thai. La elección se desarrolló en un ambiente de incertidumbre, acentuado por la salida del exmandatario Thaksin Shinawatra hacia Dubái, alejándose de las repercusiones judiciales en un contexto de luchas políticas constantes en la región. La destitución de su hija, Paetongtarn Shinawatra, por parte del Tribunal Constitucional ha significado un duro golpe para el Pheu Thai, subrayando el rol decisivo del poder judicial en el escenario político tailandés.
El ascenso de Anutin surge tras su ruptura con la coalición del Pheu Thai, debilitando su posición y construyendo una alianza clave con el Partido del Pueblo. Anutin, veterano político y figura central en la despenalización del cannabis, hereda una nación con una economía debilitada y un complejo panorama político. Su habilidad para forjar alianzas será crucial para mantener su gobierno hasta las elecciones anticipadas prometidas. Mientras tanto, Thaksin Shinawatra enfrenta desafíos legales que podrían llevarle nuevamente a prisión. El clima político sigue tensionado, con un electorado expectante ante las dinámicas futuras de poder y los posibles cambios en el liderazgo del país.
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