En una atmósfera que se nutre del aroma tradicional de las castañas asadas, Madrid se prepara para recibir la Navidad con una de sus iniciativas más queridas y simbólicas. Bajo el marco de la campaña «Tu Navidad a la vuelta de la esquina», el Ayuntamiento de Madrid ha lanzado una ruta especial que destaca la histórica presencia de estos comercios estacionales y ambulantes, respaldando así el tejido comercial de la ciudad.
Hoy, la concejala de Chamartín, Yolanda Estrada, ha participado en un recorrido por los puestos de castañas del distrito, haciendo su primera parada en el de la plaza de Prosperidad. Esta visita se inscribe en la estrategia comercial del programa «Todo está en Madrid», un pilar clave en el fortalecimiento de la actividad comercial y hotelera, respaldado por el Área de Economía, Innovación y Hacienda.
Madrid contempla 68 puestos de castañas ubicados a lo largo de sus calles, seis de los cuales se encuentran en Chamartín. Estos locales tan emblemáticos no solo rejuvenecen el espíritu navideño, sino que también forman parte de una amplia red de comercio tradicional que se esfuerza por mantener vivas las costumbres locales. Lugares como la plaza de la República Dominicana y el paseo de la Castellana en Chamartín son testigos de esta tradición enraizada en la cultura madrileña.
Yolanda Estrada, durante su visita, destacó: “Queremos invitar a descubrir algunos de los puntos emblemáticos de la ciudad que durante las fiestas navideñas llenan las calles de Madrid del aroma inconfundible de las castañas asadas, un símbolo de la temporada que invita a pasear bajo el encendido navideño». Con estas palabras, Estrada resalta no solo el sabor tangible de la estación, sino también la luz inmaterial de las tradiciones que marcan las fiestas en la capital.
El programa «Todo está en Madrid» no solo busca revitalizar el comercio, sino que también se erige como candidato destacado, habiendo sido galardonado en la fase nacional y seleccionado entre los tres finalistas europeos en los premios de apoyo al emprendimiento. Su influencia se extiende más allá de lo económico, fomentando una conexión con la historia y el patrimonio cultural de Madrid.
Cada puesto de castañas es una puerta abierta a un viaje sensorial que invita a residentes y visitantes a disfrutar del invierno madrileño en su esplendor, convirtiendo la ciudad en un mosaico de aromas y luces que narran historias de tradición y transformación.