Las negociaciones entre el Gobierno y los maestros de la Coordinadora Nacional (CNTE) permanecen estancadas, con una huelga que cumple 21 días en el Zócalo de la Ciudad de México. El diálogo entre las partes no ha registrado avances significativos, manteniendo la exigencia del sindicato de derogar la ley del ISSSTE de 2007. La reunión más reciente, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum y sus secretarios, no ha arrojado nuevos acuerdos, mientras la protesta se sostiene en un ambiente de tensión moderada. A pesar de discrepancias internas sobre tácticas a seguir, el sindicato continúa presentándose como un bloque sólido, aunque las bases empiezan a mostrar señales de desgaste.
Sheinbaum, quien ha defendido el derecho a la protesta sin recurrir a la represión, intenta promover soluciones paliativas a la reforma de pensiones, con propuestas que no han convencido a la CNTE. Mientras tanto, la protesta se reaviva en estados como Oaxaca, a pesar de llamados locales a retomar actividades escolares. El plantón resiste como símbolo visible del descontento, pero enfrenta desafíos logísticos con el desgaste físico y la necesidad de refuerzos. Aunque el Gobierno confía en que el cansancio erosione el movimiento, la posibilidad de un conflicto prolongado persiste, con preparativos para futuras acciones ya en marcha.
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