Durante años, la característica tonalidad rojiza de Marte se atribuyó principalmente a la presencia de óxidos de hierro secos en su superficie, producto de procesos de oxidación en un ambiente árido y sin agua líquida. Sin embargo, recientes estudios científicos han desafiado esta concepción al sugerir que el planeta rojo podría haber tenido un pasado significativamente más húmedo. Este cambio en la hipótesis, respaldado por nuevas evidencias, apunta a la existencia de depósitos minerales que solo podrían haberse formado en presencia prolongada de agua. Dichos hallazgos están reorientando las investigaciones sobre la historia climática y geológica de Marte.
Las implicaciones de estas nuevas teorías son de gran alcance, ya que podrían transformar nuestra comprensión del potencial que Marte tuvo para albergar formas de vida en el pasado. Investigadores están evaluando datos recogidos por diversas misiones espaciales, que destacan la posibilidad de sistemas acuáticos antiguos, semejantes a ríos, lagos o incluso océanos, en la superficie marciana. Estos descubrimientos abren nuevas oportunidades para futuras misiones de exploración y estudios que intenten desenterrar pistas sobre el misterioso pasado del planeta, invitando a la comunidad científica a revisar y expandir las teorías sobre la evolución de Marte en el amplio contexto de nuestro sistema solar.
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