La estación de Atocha fue escenario de un nuevo descarrilamiento en la madrugada de hoy, marcando el tercer incidente de este tipo en apenas quince días. Un tren de la línea de Cercanías que conecta el Aeropuerto T4 con Príncipe Pío sufrió la salida de un eje de la vía al ingresar a la estación desde Recoletos.
La Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) informó a través de sus redes sociales sobre la incidencia, la cual ocurrió a las 0:50 horas. Este percance provocó limitaciones en la circulación de los trenes, afectando no solo al servicio de Cercanías, sino también a los trenes de Media y Larga Distancia con destinos como Alcázar de San Juan, Jaén, Almería y Extremadura. Afortunadamente, el servicio fue restablecido en ambas vías a las 6:44 horas.
Impacto y Respuesta
El incidente movilizó a cerca de 50 trabajadores de Renfe y Adif, quienes trabajaron intensamente para resolver la situación. Además, se reforzaron los equipos de información y atención al cliente en la red de Cercanías de Madrid. En particular, los trenes que circulan por el túnel de Recoletos están operando temporalmente por la vía 4, según informó Renfe en un comunicado.
Contexto Político
Este nuevo descarrilamiento se produce en un clima de tensión política en la Comunidad de Madrid. En la Asamblea, las incidencias en el servicio de Cercanías han sido un punto de confrontación entre el Gobierno regional y el central. Recientemente, unas declaraciones atribuidas al ministro de Transportes, Óscar Puente, sugirieron un posible «boicot» en la red ferroviaria de Madrid, una acusación que fue negada por el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato.
El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, respondió desafiando al ministro y a Lobato a probar la existencia de dicho boicot, afirmando que renunciaría si se demostraba.
Preocupación por la Seguridad
Los recientes descarrilamientos en la red de Cercanías de Madrid han generado preocupación entre los usuarios y las autoridades. La repetición de estos incidentes subraya la necesidad de una revisión exhaustiva de las infraestructuras y protocolos de mantenimiento para garantizar la seguridad y eficiencia del servicio ferroviario.
En resumen, mientras se investigan las causas detrás de estos descarrilamientos recurrentes, la prioridad sigue siendo asegurar la normalidad y seguridad en el transporte diario de miles de madrileños.