El alza en la tarifa del transporte público concesionado en Ciudad de México ha causado sorpresa entre los usuarios esta semana. El aumento de un peso y medio fue anunciado por la Secretaría de Movilidad la noche del 31 de octubre, tras un acuerdo entre los transportistas y el gobierno de Clara Brugada. Este ajuste, que afecta a los microbuses, vagonetas y autobuses, eleva la tarifa inicial de los microbuses a 7,50 pesos, mientras que los autobuses ahora cobran 8,50 pesos por los primeros cinco kilómetros. En el caso de los corredores, la tarifa se ha ajustado a 9,50 pesos independientemente de la distancia recorrida. Cabe mencionar que el alza no afecta las tarifas del Metro, Metrobús y Cablebús, gestionados íntegramente por el gobierno capitalino.
Los transportistas habían ejercido presión significativa para incrementar las tarifas, amenazando con bloquear la ciudad debido al aumento en los costos del combustible y en respuesta a un alza de tarifas en el vecino Estado de México, donde los precios se incrementaron hasta 14 pesos. Durante las negociaciones, buscaban elevar la tarifa básica a 14 pesos y conseguir un bono gubernamental de combustible, pero este último fue descartado. Finalmente, el acercamiento entre el gobierno y la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) logró evitar una jornada de protestas previamente programada, concluyendo con un compromiso que fue aceptado por ambas partes.
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