En la época otoñal, cuando las hojas caen y la naturaleza se prepara para el invierno, muchos jardineros sienten la necesidad de coger las tijeras de podar y dar forma a sus jardines. Sin embargo, existen ciertas plantas perennes y arbustos que, por sus características específicas, es mejor no podar durante esta temporada del año para garantizar su salud y florecimiento futuro.
Uno de los arbustos que no debe ser sometido a una poda otoñal es la Hortensia Mophead. Esta planta depende de sus tallos viejos para florecer en la siguiente primavera, por lo que una poda en otoño podría reducir significativamente su capacidad de producir flores. Lo mismo ocurre con la Forsitia, otro arbusto que florece en la madera vieja y cuyo exuberante despliegue de flores amarillas en primavera podría quedar deslucido si se poda en otoño.
Entre las plantas perennes, el Aster también debe evitarse en esta época. Este resistente espécimen de jardín florece en otoño, por lo que podarlo en esta estación le privaría de su momento de esplendor. El Bérbero, conocido por sus vibrantes hojas y bayas, también entra en esta lista. Aunque puede parecer un candidato obvio para la poda, hacerlo en el otoño podría exponerlo a enfermedades y plagas durante los meses fríos.
El Rododendro es otro arbusto que no debería ser podado en otoño. Con sus impresionantes flores que adornan los jardines en primavera y verano, necesita conservar su estructura para que las flores se desarrollen correctamente. Por otro lado, la Lavanda, con su fragancia distintiva y sus flores moradas, tampoco se beneficia de una poda durante esta estación, ya que podría debilitarse y no sobrevivir al invierno.
En la lista también se encuentra la Peonía. Esta flor requiere de todo su follaje para almacenar energía para la próxima temporada de crecimiento, por lo que una poda otoñal podría interferir con este proceso natural. El Weigela, con sus encantadoras flores de color rosa, es otro arbusto que debe ser dejado intacto en esta época del año para garantizar una floración robusta en la primavera.
Finalmente, la Clemátide, especialmente las variedades que florecen en la madera vieja, no debe ser podada en otoño. Podar esta planta en el momento equivocado puede resultar en la pérdida de flores, ya que florece en el crecimiento del año anterior.
En resumen, aunque la tentación de podar en otoño puede ser fuerte, es crucial conocer las necesidades específicas de cada planta para asegurar su salud y belleza en las estaciones venideras. Muchos de estos arbustos y plantas perennes dependen de sus tallos y estructura para prosperar, y una poda inapropiada en otoño puede tener consecuencias duraderas. Informarse y planificar adecuadamente las labores de jardinería es esencial para mantener un jardín exuberante y saludable año tras año.