El desarrollo urbanístico continúa a pasos agigantados en la región, con la inminente conclusión de obras destinadas a incrementar la oferta de viviendas en un barrio en plena expansión. El consejero responsable de este ambicioso proyecto ha destacado en una reciente visita la cercanía de dos parcelas, cada una con 166 inmuebles, de las cuales una ya está en sus últimos ajustes constructivos. A estas se les añadirán 441 nuevas viviendas y 816 espacios de aparcamiento, cuya entrega está prevista para el primer trimestre de 2025.
El acceso a viviendas asequibles es uno de los pilares del programa gubernamental conocido como Plan Vive, con el que se pretende poner a disposición 10,500 viviendas nuevas al culminar la actual legislatura. Dentro de este total, 2,000 estarán dirigidas específicamente a jóvenes de hasta 35 años. Actualmente, se encuentran en ejecución 6,500 viviendas, de las cuales 4,000 se esperan concluir este mismo año. Cabe destacar que ya se han entregado 483 viviendas, y se anticipa la entrega de 2,000 más en los próximos meses en localidades como Getafe, Alcorcón, Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, San Sebastián de los Reyes, y Valdebebas.
Las viviendas situadas en la calle César Cort Botí 72-74 comprenden 66 hogares de un dormitorio, 68 de dos y 32 de tres, y el 8% de ellas están adaptadas para personas con movilidad reducida. La inversión destinada a esta urbanización por parte del Ejecutivo autonómico asciende a 10.8 millones de euros.
El Plan Vive no solo representa un avance en términos de disponibilidad de vivienda, sino también un ejemplo de colaboración público-privada, que se traduce en una inversión empresarial de más de 1,000 millones de euros, sin coste directo para los ciudadanos. Además, este modelo ha generado un importante retorno fiscal para las arcas públicas y ha suscitado el interés de administraciones tanto nacionales como internacionales.
Para poder acceder a estas viviendas, los solicitantes deben cumplir con ciertos requisitos, como poseer la nacionalidad española, usar la vivienda como residencia habitual y no destinar más del 35% de los ingresos netos anuales al pago de la renta. Asimismo, se dará prioridad a los solicitantes empadronados o que trabajen en el municipio donde se sitúen las viviendas.
Este enfoque innovador en la gestión de la oferta habitacional supone una respuesta estratégica a las necesidades de vivienda en la región, al tiempo que impulsa la economía local mediante la generación de empleo directo e indirecto. Con varios proyectos ya en marcha, el Plan Vive figura como un modelo de desarrollo urbano con potencial para ser replicado más allá de las fronteras regionales.