Un estudio reciente ha revelado que el 65% de los contenidos sobre dermatología publicados en redes sociales contiene información incorrecta. Esta estadística alarmante subraya la necesidad de abordar las creencias erróneas y potencialmente peligrosas que circulan en estas plataformas. La desinformación puede llevar a prácticas inadecuadas en el cuidado de la piel, afectando la salud de los usuarios y generando problemas como uso inapropiado de tratamientos, diagnóstico incorrecto de condiciones y seguimiento de rutinas ineficaces.
Entre las creencias más peligrosas se encuentra la noción de que todos los productos naturales son seguros, lo cual no siempre es cierto, ya que pueden causar reacciones alérgicas o ser ineficaces. Asimismo, la minimización de la importancia del uso de protector solar y la promoción de remedios caseros sin base científica representan un riesgo significativo. Los expertos insisten en la importancia de buscar consejo en fuentes fiables como dermatólogos certificados y sitios verificados, y recalcan el papel crucial de la educación en combatir la desinformación en salud.
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