Marina Otero, la coreógrafa y bailarina argentina, se ha consolidado en Europa en solo tres años, fusionando danza, palabras y música en espectáculos autobiográficos y provocadores como «Kill me». Similar profundidad se encuentra en «El fin» de Paco Gámez, donde el anunciado colapso planetario desencadena caóticas reacciones, mientras que «A fuego» de Pablo Macho Otero combina mitología y autoficción en un monólogo en verso. Ambos trabajos reflejan la diversidad y el impacto emocional del teatro contemporáneo, que sigue explorando nuevas formas de expresión y narrativa.
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