La visión artificial, una rama de la inteligencia artificial, está revolucionando diversos campos como el deporte, el transporte y la salud mediante su capacidad para analizar y extraer información de imágenes y vídeos. Un estudio publicado en la revista Nature subraya cómo esta tecnología, inicialmente casi de ciencia ficción, ha evolucionado para centrarse en gran medida en la identificación de seres humanos y sus actividades. Tras analizar 19.000 artículos científicos y 23.000 patentes desde 1990, las investigadoras descubrieron que la gran mayoría de estos se focalizan en los humanos, bien sea para estudiar sus movimientos o para aplicarlos en entornos sociales como el hogar y el trabajo. Aunque estos avances prometen beneficios en múltiples sectores, también presentan un potencial para la vigilancia masiva y automatizada que preocupa a los especialistas.
El estudio resalta la concentración de la investigación en países como Estados Unidos y China, reflejo de sus capacidades tecnológicas y políticas. Instituciones y empresas clave, algunas con vínculos con la seguridad nacional, lideran un avance que podría redefinir la vigilancia y el control social. Además, un análisis del lenguaje usado en estas investigaciones muestra cómo se está deshumanizando poco a poco, con humanos denominados "objetos" en una aparente tendencia a suavizar o esconder la verdadera naturaleza de las aplicaciones tecnológicas. Este fenómeno plantea cuestionamientos éticos sobre el impacto de la alianza entre la tecnología avanzada y objetivos militares y de control estatal, advirtiendo sobre el poder de las grandes corporaciones en la modelación de un futuro donde la línea entre la seguridad y la privacidad podría verse peligrosamente difuminada.
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