El conocido rapero Sean Combs, popularmente llamado Puff Diddy, se encuentra bajo el escrutinio público tras la presentación de seis nuevas demandas por abuso sexual en un tribunal federal de Nueva York. Estas demandas, realizadas por demandantes anónimos, incluyen graves acusaciones como una de agresión a un menor. Los cargos vienen a añadirse a una lista de serias imputaciones, ya que el pasado mes Combs enfrentó acusaciones penales por tráfico sexual y chantaje. En una de las nuevas denuncias, se relata un incidente ocurrido en 1998, cuando Combs presuntamente agredió a un joven de 16 años durante una fiesta en su mansión en los Hamptons. Este y otros testimonios describen al rapero como alguien que por décadas ha recurrido a la coerción y agresión sexual.
Ante estas circunstancias, Combs continúa detenido tras haber sido arrestado en septiembre por tráfico sexual y asociación ilícita; aunque se ha declarado inocente, está a la espera de un juicio fijado para mayo de 2025. Las demandas han sido presentadas por el abogado Tony Buzbee, conocido por representar a otras 120 personas que también acusan al rapero de conductas similares. Mientras Buzbee y su bufete planean seguir sumando denuncias en el futuro cercano, el equipo legal de Combs aún no ha emitido declaraciones sobre las recientes acusaciones. La situación no solo expone la gravedad del caso, sino que también promete extenderse en el tiempo y mantener la atención pública y mediática en las acciones legales contra el artista.
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