Ubicada en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, una nueva unidad se ha convertido en un modelo pionero en la atención intensiva para el tratamiento inmediato del riesgo de suicidio. Bajo la dirección de Marina Díaz-Marsá, jefa de la Sección de Psiquiatría del hospital, la unidad ofrece a los pacientes un enfoque terapéutico integrado, reduciendo la necesidad de desplazarse a múltiples centros asistenciales.
El diseño de la unidad permite que todas las intervenciones se realicen in situ, facilitando la vinculación y adherencia al tratamiento por parte de los pacientes. Según Díaz-Marsá, este entorno concentrado no solo mejora la experiencia del paciente, sino que también optimiza la interacción y coordinación entre los profesionales de salud mental, quienes operan conjuntamente bajo un mismo techo.
El objetivo central de la unidad es ofrecer atención inmediata a personas en riesgo de suicidio, garantizando su inclusión en el programa dentro de las primeras 24 horas tras ser atendidas en urgencias. Este rápido acceso al tratamiento es crucial, pues permite abordar de manera intensiva las necesidades urgentes de los pacientes sin recurrir al ingreso hospitalario.
Durante un periodo de tres meses, los pacientes reciben atención psiquiátrica y psicológica multidisciplinar. Este enfoque incluye tanto intervenciones individuales como grupales, con evaluaciones psicológicas y psiquiátricas varias veces por semana. A su vez, el equipo de enfermería ofrece un seguimiento continuado, tanto presencial como telefónico, asegurando así un acompañamiento constante durante el proceso terapéutico.
Desde su reciente apertura, la unidad ha atendido a 17 pacientes, de los cuales 15 continúan bajo seguimiento con resultados positivos. Los profesionales han reportado una notable estabilización de los síntomas clínicos en estos casos, validando la efectividad de este enfoque integral y preventivo.
José Luis Carrasco, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, destaca que la creación de esta unidad no solo aspira a mejorar la prevención del suicidio, sino también a proporcionar un acompañamiento terapéutico efectivo para aquellos en alto riesgo. Carrasco subraya que el modelo de tratamiento intensivo, que incluye visitas domiciliarias cuando es necesario, contribuye significativamente a la reducción de ingresos hospitalarios y alivia la presión en los servicios de urgencias.
Este innovador servicio forma parte del estudio «Survive», un amplio esfuerzo de investigación en toda España que involucra a 2.000 personas que han intentado suicidarse. Con su enfoque en la prevención y la intervención temprana, el equipo del Hospital Clínico San Carlos busca ofrecer una luz de esperanza en situaciones de profundo sufrimiento psíquico, estableciendo nuevos estándares en el tratamiento y cuidado de la salud mental.