La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado un sistema de distintivos ambientales que clasifica los vehículos según su eficiencia energética y su impacto ambiental. Esta categorización es esencial para regular el acceso a Zonas de Bajas Emisiones en las principales ciudades españolas. Hasta ahora, los vehículos son clasificados en cuatro etiquetas: Cero, ECO, C y B, mientras que los automóviles sin etiqueta corresponden generalmente a modelos de gasolina matriculados antes de 2001 y diésel anteriores a 2006. Sin embargo, recientemente ha surgido confusión debido a una nueva etiqueta roja que no se relaciona con la sostenibilidad, sino que identifica los vehículos autónomos que participan en el Programa ES-AV de la DGT.
Esta etiqueta roja es exclusiva para aquellos vehículos autónomos autorizados a probarse en vías abiertas al tráfico en España, como parte de un marco que establece condiciones rigurosas para su evaluación y certificación de seguridad. Las pruebas de estos vehículos se dividen en tres fases, comenzando con entornos controlados, avanzando a pruebas más extensivas en condiciones reales, y culminando en una fase pre-despliegue antes de su comercialización. Este programa busca asegurar la integridad y el funcionamiento de la tecnología autónoma en el ámbito de la movilidad, adaptándose a las crecientes demandas de seguridad y eficiencia en el tráfico.
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