En medio de un clima de incertidumbre, las familias de los 93 rehenes israelíes en Gaza siguen luchando por la liberación de sus seres queridos. Este contexto se agudiza con la reciente declaración de un alto el fuego entre Israel y Hamás, cuyo cumplimiento se mantiene en tela de juicio. Roberto Meyer, yerno de uno de los rehenes, expresa su desconfianza hacia las partes involucradas, asegurando que el acuerdo es resultado de la presión internacional, especialmente del nuevo presidente de EE. UU., Donald Trump. Meyer destaca que, aunque su suegra ha sido liberada, su suegro Ohad Ben Ami continúa desaparecido desde su secuestro hace más de 470 días, reflejando los temores de que algún error rompa el frágil proceso de liberación.
Las familias, a través del Foro de las Familias, han mantenido constantes movilizaciones y protestas, buscando presionar al gobierno israelí liderado por Netanyahu para asegurar el regreso seguro de todos los rehenes. La plaza central en Tel Aviv, ahora llamada Plaza de los Rehenes, se ha convertido en el epicentro de estas exigencias. Meyer, quien sobrevivió al ataque a su kibutz, critica duramente las tácticas militares del gobierno israelí, que resultaron en la muerte de rehenes durante los bombardeos. Critica la falta de confianza tanto en el gobierno israelí como en Hamás, abogando por soluciones pacíficas y diplomáticas para resolver este conflicto humanitario. Su demanda es clara: los intercambios y acuerdos son la única vía para el regreso de sus seres queridos, reafirmando su compromiso con la memoria y el futuro de las generaciones venideras en Israel.
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