El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho una enfática intervención este jueves en Bruselas a raíz de la cumbre del Consejo Europeo, donde demandó el cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas y subrayó que «la acción militar no trae la paz». En un discurso centrado en la crisis de Gaza, Sánchez describió la situación en la región como un «infierno a cielo abierto» y abogó por la suspensión del acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel. Sin embargo, aunque el mandatario español ha insistido en la necesidad de tomar medidas, los líderes de los 27 países mantienen la decisión de no romper el pacto, priorizando un enfoque de diálogo y ayuda humanitaria.
A pesar de la presión para actuar tras las alarmantes cifras de víctimas en Gaza, las reuniones han mostrado una clara división entre los países miembros sobre cómo avanzar. Mientras algunos piden sanciones o medidas concretas, otros prefieren fomentar el diálogo con el Gobierno israelí. Las menciones al artículo 2 del acuerdo, que aborda el respeto a los derechos humanos, han sido recibidas con satisfacción por parte del Gobierno español, aunque se reconoce que aún falta unanimidad para implementar decisiones efectivas. En medio de este panorama, Sánchez ha enfatizado que Europa tiene el «deber moral» de ejercer presión para salvar vidas y ha reiterado su apoyo a la solución de dos Estados como vía para resolver el conflicto.
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