Las condiciones meteorológicas han obligado a reorganizar la ceremonia de reapertura de la icónica catedral de Notre Dame de París, que será trasladada íntegramente al interior del templo. Según el comunicado conjunto emitido por la diócesis de París y la Presidencia de la República, se espera viento de entre 65 y 80 kilómetros por hora, lo que impide llevar a cabo las actividades planeadas en el exterior. Originalmente, el evento estaba dividido en dos partes: una en el exterior, de carácter político y encabezada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y otra en el interior, de índole religiosa, dirigida por el arzobispo de París, Laurent Ulrich. El Programa inicial contemplaba un discurso del presidente para resaltar la reapertura como un momento de orgullo nacional y de unidad, seguido por una ceremonia religiosa encabezada por Ulrich.
Se esperaba que la ceremonia comenzara a las 19:00 horas en el patio junto a la fachada de Notre Dame, con la asistencia de destacadas figuras internacionales, incluidos líderes como Jill Biden, Donald Trump y Volodímir Zelenski. La planificación original incluía una proyección sobre la reconstrucción de la catedral, una lectura dramatizada, un número musical y un discurso de Macron en el exterior para enfatizar el carácter laico y republicano del evento. Concluido ese segmento, el arzobispo Ulrich debía liderar el acto simbólico de golpear la puerta de la catedral con una cruz antes de que los asistentes ingresaran al majestuoso edificio. Sin embargo, la organización aún no ha detallado cómo se desarrollará el programa dentro del recinto, lo que añade incertidumbre a un evento de por sí significativo. Esta es la segunda ocasión este año en la que el clima complica eventos de gran envergadura en París, tras la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos que, pese a la lluvia, mantuvo su desarrollo a lo largo del Sena.
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