Noruega ha dado un paso al frente en medio de un panorama mundial marcado por la creciente fragmentación y la reestructuración del orden global. En un intento por reinvigorizar el multilateralismo y abordar la debilidad institucional frente a conflictos internacionales, el país escandinavo ha lanzado una iniciativa destinada a reformar la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El viceministro de relaciones exteriores noruego, Andreas Motzfeldt Kravik, presentó el proyecto en México, destacando la importancia de la cooperación internacional para afrontar desafíos globales como el cambio climático, las amenazas nucleares y el auge de la inteligencia artificial. Noruega, conocido por su habilidad diplomática, está reuniendo una coalición internacional para resistir la tendencia divisoria actual y fortalecer un sistema global que ha contribuido históricamente a la estabilidad y prosperidad.
La iniciativa noruega busca tanto corregir las fallas estructurales y de representación dentro de la ONU, señaladas como obstáculos significativos, como preservar los logros valiosos de la organización, especialmente en labores humanitarias. Kravik enfatizó la necesidad de reformar antes de que se produzcan nuevas crisis potencialmente catastróficas, como el uso de armas nucleares. Un reto particular será convencer a Estados Unidos, cuya actual administración bajo Donald Trump se percibe como escéptica del sistema internacional orientado a beneficios mutuos. A pesar de estas diferencias, Noruega espera que el compromiso de Estados Unidos con el diálogo pueda facilitar una colaboración creativa y constructiva. Mientras tanto, México, con su compromiso histórico con el multilateralismo y su relación cercana con Estados Unidos, se posiciona como un aliado clave en esta renovada búsqueda de fortalecer el orden internacional.
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