La confluencia de la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento (HPC) ha llevado a los centros de datos a enfrentarse a nuevos desafíos tecnológicos. El creciente incremento en la demanda de procesamiento por parte de aplicaciones como el deep learning, la inteligencia artificial generativa y las simulaciones científicas está elevando los requerimientos térmicos a niveles sin precedentes. En respuesta, NorthC ha anunciado su apuesta por tecnologías de refrigeración por inmersión y líquida, soluciones que prometen revolucionar la manera en que se gestionan estas instalaciones críticas.
La IA y la HPC representan el futuro del procesamiento de datos, pero también suponen un reto considerable por el calor generado durante el funcionamiento. Las cargas de trabajo asociadas a la inteligencia artificial pueden generar hasta diez veces más calor que los servidores convencionales. Esto es particularmente notable en hardware avanzado como las GPU NVIDIA DGX B200 o los TPUs de Google, que alcanzan consumos térmicos de hasta 700 W por componente.
Ante esta situación, la refrigeración por inmersión emerge como una solución innovadora. Este método consiste en sumergir completamente los servidores en un líquido no conductor, facilitando una rápida y uniforme disipación del calor, lo que permite mantener temperaturas estables incluso bajo exigentes condiciones de operación. Las ventajas son claras: mayor densidad de computación por rack, rendimiento constante sin los problemas de throttling térmico, y una eficiencia energética que contribuye a un menor consumo eléctrico. NorthC ya visualiza la reutilización del calor residual en proyectos como el de Róterdam Zestienhoven.
Por otro lado, la refrigeración líquida ofrece una alternativa igualmente eficaz, mediante un sistema de tubos y placas que extraen el calor directamente desde los componentes críticos como CPU y GPU. Esta tecnología es flexible, se integra fácilmente con infraestructuras IT existentes y puede combinarse con otros métodos de refrigeración.
Entre ambas técnicas existen diferencias destacables en cuanto a método de enfriamiento, integración, eficiencia y mantenimiento. La refrigeración por inmersión, al sumergir completamente los servidores, requiere un rediseño completo de la infraestructura, pero proporciona una eficiencia excepcional. En contraste, la refrigeración líquida se adapta a servidores tradicionales sin necesidad de cambios drásticos, aunque su eficiencia depende del diseño de los intercambiadores y la calidad de las bombas.
La tendencia hacia una mayor densidad de potencia en los equipos de IA y HPC está impulsando la búsqueda de soluciones más sostenibles y efectivas. Las tecnologías de refrigeración por inmersión y líquida están posicionadas como la respuesta más viable para reducir el consumo energético mientras se mantiene un rendimiento constante y estable.
NorthC está a la vanguardia de esta transformación, con instalaciones adaptadas para IA en Róterdam, ofreciendo capacidad escalable y soluciones de refrigeración innovadoras que permitirán a las empresas tecnológicas enfrentar los crecientes desafíos del procesamiento de datos. Con esta estrategia, NorthC se consolida como un líder del sector, conjugando innovación y sostenibilidad para satisfacer las demandas de un mercado cada vez más exigente.