En el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1, celebrado en el circuito Gilles Villeneuve, George Russell dominó de principio a fin, asegurando la primera victoria de la temporada para Mercedes, y convirtiéndose en el cuarto ganador distinto del año. El evento estuvo marcado por un incidente entre los pilotos de McLaren, Lando Norris y Oscar Piastri, a solo tres vueltas del final. Norris intentó un atrevido adelantamiento que terminó con su auto contra el muro, truncando las aspiraciones de McLaren de alcanzar el podio. Max Verstappen, de Red Bull, ocupó la segunda posición, mientras que el joven italiano Kimi Antonelli logró un meritorio tercer puesto, consolidándose como el tercer piloto más joven en subir al podio.
Oscar Piastri, a pesar de quedar fuera de los tres primeros, amplió su margen en el campeonato, liderando con 22 puntos de ventaja. El caos inusual benefició a algunos, pero dejó una sombra sobre McLaren, que podría replantearse su estrategia de competencia interna tras este episodio. Fernando Alonso y Carlos Sainz se ubicaron en la séptima y décima posición respectivamente. Lando Norris, visiblemente afectado, asumió la responsabilidad completa del incidente, lamentando su error de juicio y el riesgo innecesario contra su compañero de equipo. Mientras tanto, esta carrera revive recuerdos de eventos pasados en el mismo circuito, evocando similares choques entre compañeros de escudería que, como en este caso, dejaron enseñanzas para futuras competiciones.
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