México vivió el 1 de junio de 2025 una jornada electoral sin precedentes, permitiendo a los ciudadanos elegir directamente a más de 2.000 miembros del Poder Judicial, incluidas posiciones clave en la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Electoral y los jueces de distrito. Esta medida, resultado de una reforma constitucional aprobada en 2024, fue impulsada con el objetivo de combatir la corrupción y el elitismo en el sistema judicial. Sin embargo, la participación ciudadana fue sorprendentemente baja, alcanzando solo un 13%, muy por debajo del promedio del 60% registrado en elecciones presidenciales recientes, según datos del Instituto Nacional Electoral (INE).
A pesar del bajo compromiso electoral, los comicios han establecido un complejo calendario para la transición de funciones. El INE tiene hasta el 10 de junio para finalizar los cómputos, con la publicación de resultados finales programada para el 15 de junio. La nueva Suprema Corte, reducida a nueve integrantes y encabezada por el candidato más votado, tomará posesión el 1 de septiembre, enfrentándose a más de 8.000 asuntos pendientes. Asimismo, los nuevos magistrados del Tribunal Electoral y jueces de distrito asumirán funciones en la misma fecha, completando un proceso histórico de reforma judicial en el país.
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