Nokia ha completado la venta de Alcatel Submarine Networks (ASN) al Estado francés, a través de la Agence des participations de l’Etat, marcando el 31 de diciembre de 2024 como la fecha clave en el traspaso de uno de los líderes mundiales en redes submarinas de comunicación. Esta transacción permite a Nokia enfocar sus recursos en su portafolio de Infraestructura de Redes, asegurando al mismo tiempo el continuo desarrollo de ASN como un actor crucial dentro del mercado francés y europeo.
Anunciada inicialmente el 27 de junio de 2024, la venta de ASN se sitúa en el marco de la estrategia de Nokia para concentrarse en áreas de crecimiento clave. La compañía finlandesa retendrá un 20 % de participación en ASN y mantendrá representación en su consejo de administración durante el periodo de transición, hasta que el Estado francés complete la adquisición total.
Esta maniobra coincide con la anunciada adquisición de Infinera, reflejando la gestión dinámica del portafolio de Nokia, en línea con sus pilares estratégicos. Es importante destacar que, desde el segundo trimestre de 2024, ASN ha sido considerada como una operación descontinuada en los balances de Nokia.
Bajo el ala del Estado francés, ASN, que ha desplegado más de 750.000 km de cables ópticos submarinos, consolidándose como un coloso en el sector, tiene por delante un futuro prometedor. El compromiso del gobierno galo incluye mantener la inversión en la compañía, apoyar su desarrollo sostenible y asegurar la continuidad de sus operaciones, con el objetivo de reforzar su oferta tecnológica y garantizar su competitividad en los segmentos de telecomunicaciones, proveedores de contenido y energía.
Nokia, por su parte, sigue consolidándose como líder en redes móviles, fijas y en la nube, apoyando el avance tecnológico a través de Nokia Bell Labs, y continúa diseñando redes seguras, confiables y sostenibles que favorecen nuevas oportunidades de monetización y expansión en un ecosistema global.
Este traspaso estratégico asegura que ASN permanezca bajo control europeo, en un intento por fortalecer su posición dentro del floreciente mercado de cables submarinos, esencial para las telecomunicaciones globales y las infraestructuras críticas. La operación no solo reafirma el proceso de reestructuración de Nokia, sino que también asegura el papel preeminente de ASN en la industria de redes submarinas, adaptándose a un contexto donde la conectividad global cobra cada vez mayor relevancia.