En una reñida contienda electoral, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, no logró superar la primera vuelta y se enfrentará nuevamente a Luisa González, la candidata del correísmo, en una segunda vuelta programada para el 13 de abril. Noboa, ofreciendo su figura como bastión del anticorreísmo, obtuvo el 44,63% de los votos, ligeramente por encima de González, quien sumó el 43,81%, con el 83% de las actas escrutadas. La polarización política es evidente, pues ambos candidatos concentraron el 88,27% de los votos válidos frente a un total de 14 contendientes, destacando la marcada división en el electorado ecuatoriano. El candidato indígena Leonidas Iza y la activista ambiental Andrea González Náder siguieron en la lista con un 4,92% y un 2,71%, respectivamente, mientras que los restantes aspirantes no alcanzaron el 1%.
La segunda vuelta será crucial para determinar el rumbo político de Ecuador, en un contexto donde el correísmo mantiene una significativa base de apoyo, a pesar de la condena y el exilio de su líder histórico, Rafael Correa. Luisa González, confiada en su candidatura, ha señalado irregularidades en la campaña de Noboa, acusándolo de uso indebido de recursos del Estado. Por su parte, Noboa optó por no delegar su cargo y nombró a una vicepresidenta interina, en un acto cuestionado legalmente. Ante la proximidad de la segunda vuelta, el apoyo de líderes políticos minoritarios podría ser determinante, con González ya buscando coordinarse con Leonidas Iza. La jornada electoral se realizó bajo estrictas medidas de seguridad debido al conflicto armado interno y la creciente inseguridad en el país. La Asamblea Nacional se perfila igualmente dividida entre las fuerzas correístas y anticorreístas, reafirmando el clima de tensión política que atraviesa la nación.
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