El líder de Reform UK, Nigel Farage, ha acaparado la atención mediática durante el congreso anual del partido, celebrado en medio de una crisis política en el Gobierno de Keir Starmer. La renuncia de la viceprimera ministra ha intensificado el desorden en el Ejecutivo, lo que ha sido aprovechado por Farage para reforzar su posición y atraer a simpatizantes. Durante el evento, el carismático político se dirigió a una multitud entusiasta, subrayando la necesidad de un cambio contundente en el liderazgo del país.
Mientras tanto, el Gobierno de Starmer se enfrenta a una creciente presión para estabilizarse tras la dimisión inesperada de su viceprimera ministra. Esta situación ha planteado serios desafíos para el mandatario laborista, que intenta mantener la cohesión dentro de su administración. La agitación ha proporcionado a Reform UK una plataforma para captar la frustración de los votantes descontentos, posicionándose como una alternativa viable en un momento crítico para la política británica.
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