En una reciente jornada electoral, el candidato ultraderechista desafió las expectativas generadas por los sondeos que lo posicionaban por debajo de su competencia y se proclamó vencedor. Aunque no se han proporcionado cifras oficiales que ratifiquen su victoria, el político celebró entre sus seguidores con fervor, insistiendo en que su éxito refleja la verdadera voluntad del pueblo. Este desenlace genera incertidumbre política, ya que las encuestas previas indicaban un panorama diferente, y ahora se espera una revisión exhaustiva del proceso electoral para confirmar los resultados.
Mientras tanto, el ministerio de Exteriores rumano ha renovado sus denuncias acerca de la interferencia rusa en el proceso electoral. Un portavoz de la institución subrayó que existen indicios de intentos de desestabilización por parte de agentes externos, específicamente de Rusia, los cuales pudieron haber impactado en el desarrollo de la jornada. Estas acusaciones suman tensión internacional al clima político actual y complican aún más el ya delicado escenario electoral en el país, donde la transparencia y la seguridad del proceso están siendo cuestionadas.
Leer noticia completa en El Mundo.