En un emocionante giro de la historia de la Fórmula 1, Nico Hülkenberg finalmente subió al podio en el Gran Premio de Gran Bretaña, agotando una espera de 239 carreras y rompiendo una maldición que lo había perseguido desde su debut en 2010. A bordo de un Sauber, el piloto tuvo la oportunidad de mostrar su destreza, acabando en tercera posición gracias a una estrategia audaz que lo llevó a superar al Aston Martin de Lance Stroll y resistir el embate del Ferrari de Lewis Hamilton. Esta actuación no solo cierra un capítulo en su carrera, sino que también marca un hito en la historia del automovilismo, ya que Hülkenberg se convierte en el poseedor del récord de más carreras sin un podio.
A pesar de su constante prominencia en la zona media de la parrilla durante su carrera, Hülkenberg siempre ha sido considerado como un conductor subestimado. Su trayectoria ha estado marcada por oportunidades perdidas y un gran talento que jamás había encontrado el vehículo adecuado para demostrarlo en las posiciones más altas. Ahora, su récord previó como el piloto con más carreras en la Fórmula 1 sin podio recae en Adrian Sutil, mientras que otros, como Yuki Tsunoda, intentan evitar caer en esta inusual estadística. Con la llegada de Audi a Sauber en el horizonte, la experiencia de Hülkenberg podría ser clave para el futuro del equipo en la competición.
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