La relación entre Benjamín Netanyahu y Emmanuel Macron ha llegado a un nuevo nivel de tensión con el intercambio de cartas oficiales. Netanyahu acusó a Macron de «alimentar el fuego del antisemitismo» al anunciar el reconocimiento del Estado palestino, previsto para septiembre. Macron respondió que la acusación es «abyecta y errónea», prometiendo responder también por carta. Según Netanyahu, el reconocimiento de Palestina promueve el terrorismo y aumenta las amenazas contra los judíos en Francia. Mientras tanto, Macron ha mantenido su postura, argumentando que la violencia contra la comunidad judía es inaceptable y que siempre ha pedido firmeza contra estos actos.
Francia, con la mayor población judía de Europa, se encuentra en una posición delicada. Desde el anuncio de Macron sobre Palestina, otros países como Australia y Canadá han mostrado interés en seguir su ejemplo. La situación se complica con un aumento de actos antisemitas, reflejando un entorno tenso que el gobierno francés dice no debe ser instrumentalizado. Mientras Netanyahu destaca la protección de Donald Trump a los judíos estadounidenses como ejemplo, el gobierno francés ha reafirmado su compromiso con la seguridad comunitaria, insistiendo en la gravedad y responsabilidad de manejar la situación sin caer en manipulaciones.
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