En una rueda de prensa este sábado, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, señaló que aún no hay certeza sobre la muerte del jefe militar de Hamás, Mohamed Deif, a pesar del ataque del ejército israelí en Mawasi, que dejó al menos 90 muertos y 300 heridos. Netanyahu justificó la operación, subrayando la ausencia de rehenes israelíes según datos de inteligencia, y reafirmó su compromiso de eliminar las capacidades de Hamás. En respuesta a acusaciones de dilatar el alto el fuego propuesto por Estados Unidos, Netanyahu culpó a Hamás por las exigencias. Benny Gantz, líder opositor, apoyó al Ejército y responsabilizó a Hamás por las víctimas civiles. Mientras tanto, miles protestaron en Jerusalén, exigiendo un acuerdo de paz para liberar a los rehenes en Gaza.
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