El primer ministro de Israel ha declarado que su Gobierno se ve obligado a «completar el trabajo» y derrotar a Hamas. Enfatizó que este paso es necesario debido a la negativa del grupo islamista a deponer las armas, lo que prolonga el conflicto y amenaza la seguridad regional. Estas declaraciones surgen en un contexto de creciente tensión y violencia en la región, donde los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y Hamas se han intensificado en las últimas semanas.
La postura del primer ministro refleja una política firme ante la incapacidad de alcanzar un acuerdo con Hamas, que continúa con sus acciones armadas. Esta situación ha generado preocupación a nivel internacional, con múltiples llamados al diálogo y a la búsqueda de una solución pacífica. Sin embargo, las partes involucradas parecen estar cada vez más alejadas de un consenso, lo que presagia un conflicto prolongado con graves repercusiones humanitarias.
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