Desde Nueva York, el primer ministro israelí emitió un contundente mensaje dirigido a Hamas, instándolos a deponer las armas y liberar a los rehenes de inmediato. En su discurso, expresó que si Hamas cumplía con estas demandas, habría una posibilidad de vida para ellos; de lo contrario, Israel actuaría para encontrarlos. Esta declaración busca ejercer presión sobre el grupo palestino en medio de la escalada de tensiones en la región.
El líder israelí también subrayó que el cumplimiento de estas condiciones podría poner fin inmediato al conflicto bélico actual. Su intervención se enmarca en un contexto de intensa actividad diplomática y militar, donde la comunidad internacional observa con atención los desarrollos y respuestas tanto de Israel como de Hamas. La declaración refuerza la postura firme de Israel mientras continúan las hostilidades y se busca una solución al conflicto.
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