El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó este domingo la ocupación total de Ciudad de Gaza como una medida inevitable para finalizar el conflicto con Hamás, liberar a los rehenes y restablecer la seguridad en la región. A pesar de la condena internacional, que señala el riesgo de agravar la crisis humanitaria en Gaza, Netanyahu defendió que el plan es el método más efectivo para derrotar al grupo armado palestino. En una rueda de prensa en Jerusalén, el líder israelí se enfrentó a la crítica mundial y afirmó que las preocupaciones sobre desplazamientos masivos, que afectarían a un millón de personas, son infundadas. Además, destacó que su gobierno garantizará zonas de seguridad para los civiles afectados, proporcionándoles alimentos y atención médica.
El contexto de su anuncio se enmarca en una creciente presión internacional y una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por cinco miembros europeos. Netanyahu reveló que ya cuenta con el control del 70% de la Franja de Gaza, señalando los bastiones restantes de Hamás en Ciudad de Gaza y otros sectores. Durante su declaración, también subrayó una política ampliada de ayuda humanitaria, aunque organizaciones como Unicef y el PMA destacan la gravedad de la situación alimentaria. La reciente colaboración con Estados Unidos busca incrementar el flujo de ayuda, aunque las tensiones persistentes complican los esfuerzos de distribución. Además, en un intento por abordar las críticas, el primer ministro anunció la apertura de Gaza a la prensa extranjera, un acceso restringido desde el inicio del conflicto en 2023.
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