La comunidad internacional continúa expresando su preocupación y críticas ante la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza, que ha intensificado la violencia en la región. A pesar de los llamados al cese de las hostilidades, las operaciones israelíes prosiguen, incrementando la tensión y el sufrimiento en una población ya afectada por un prolongado conflicto. Mientras tanto, la infraestructura en Gaza sigue deteriorándose, complicando aún más la situación humanitaria en el área.
En este contexto, la ONU advierte sobre las dificultades para distribuir ayuda humanitaria a la población gazatí, que enfrenta una hambruna severa. Las restricciones de acceso y seguridad que impone el conflicto obstaculizan los esfuerzos de las agencias humanitarias para entregar alimentos y suministros esenciales. Esta crisis alimentaria está poniendo en riesgo la vida de miles de personas, agravando una situación que requiere una intervención urgente tanto a nivel diplomático como humanitario.
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