El primer ministro de Israel anunció que no buscará anexionarse la Franja de Gaza, pero sí procederá con su ocupación militar. La declaración fue hecha en un contexto de creciente tensión en la región, donde las medidas de seguridad han sido reforzadas significativamente. Altos funcionarios israelíes han señalado que el objetivo de esta ocupación es neutralizar amenazas contra la población israelí y asegurarse de mantener el control sobre movimientos hostiles. A pesar de las preocupaciones internacionales, el gobierno asegura que está comprometido con la seguridad y la estabilidad de la región.
La reacción internacional a este movimiento ha sido variada. Mientras algunos países han expresado su apoyo a las medidas de seguridad de Israel, otros han manifestado inquietud por la falta de pasos hacia una solución pacífica y duradera. Organismos internacionales han pedido moderación y han subrayado la importancia de mantener el diálogo para evitar una escalada de hostilidades. La comunidad palestina, por su parte, ha condenado la decisión, considerándola un impedimento para cualquier avance hacia la paz en la región.
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