El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado que la fase más intensa de la ofensiva militar en Gaza está por concluir, aunque la guerra continuará hasta que Hamás no controle el enclave. Netanyahu planea desplazar fuerzas al norte para enfrentar a Hezbolá y busca un acuerdo diplomático para mantenerlos alejados de la frontera, sin descartar «otros medios» si no se logra. Ha confirmado la muerte en un ataque israelí del dirigente de Hamás, Raad Saad, y descartó que la Autoridad Palestina recupere el control de Gaza. Netanyahu criticó a Benjamin Gantz por abandonar el gabinete de guerra y responsabilizó a la «izquierda» por la inactividad de reservistas antes del ataque del 7 de octubre. Defendió la continuidad de su gobierno de derecha y extrema derecha frente a una posible coalición de izquierda. Tras la entrevista, el ultraderechista Itamar Ben Gvir abogó por los asentamientos judíos en Gaza como solución futura, mientras el líder opositor, Yair Lapid, cuestionó la capacidad de Netanyahu para gobernar.
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