En un nuevo episodio de las tensiones en la región, el ejército israelí ha llevado a cabo bombardeos aéreos contra objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y en la frontera con Siria. Según un comunicado castrense divulgado esta madrugada, los ataques se dirigieron a una posición de lanzamiento de cohetes, una base militar y rutas de tráfico de armas de la organización chií. Israel justificó estas acciones al afirmar que los objetivos atacados representaban una amenaza, aunque lamentó que el Mecanismo para la Implementación y Monitoreo del Alto el Fuego en Líbano, integrado por diversas fuerzas internacionales, aún no haya abordado tales riesgos de manera efectiva. Las localidades libanesas de Houmine al Faouqa, Deir al Zahrani y Janta fueron las zonas señaladas por la Agencia Nacional de Noticias de Líbano (ANN) como epicentros de los bombardeos, áreas que habían sido previamente establecidas como desmilitarizadas por resoluciones de la ONU.
Esta acción se produce en un contexto de creciente fricción, con Israel previamente acusado de violar en docenas de ocasiones el alto el fuego establecido el pasado noviembre. Este acuerdo estipula la retirada de Hezbolá y el refuerzo del ejército libanés en la región para asegurar que ninguna facción armada no estatal, principalmente Hezbolá, opere en la zona fronteriza. Sin embargo, con solo semanas para que concluya el plazo de 60 días fijado para implementar totalmente estos compromisos, el cumplimiento efectivo del acuerdo parece estar en duda. A pesar de la intensidad de los bombardeos, no se han reportado víctimas mortales hasta el momento, aunque la escalada bélica aumenta las tensiones en una zona históricamente volátil, complicando aún más la difícil consecución de una paz duradera en la región.
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