Los voraces incendios que asolan el sur de California han dejado una devastación significativa, consumiendo más de 11.000 hectáreas y destruyendo 2.000 construcciones, incluidas las propiedades de destacados personajes del mundo del espectáculo en comunidades adineradas como Pacific Palisades y Malibú. Uno de los afectados es el actor James Woods, quien ha perdido su hogar en las llamas. Sin embargo, Woods, conocido por su escepticismo respecto al cambio climático, ha continuado atribuyendo la culpa de estos desastres a la gestión política del gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, en lugar de reconocer la evidente influencia del cambio climático en la intensificación de estas catástrofes.
El fenómeno del «efecto secador», caracterizado por el aumento de la sequía y la disminución de la humedad en ciertas áreas, ha exacerbado la magnitud de los incendios en California, creando condiciones propicias para la propagación del fuego. Esta situación también ha afectado económicamente a la región, ya que varias aseguradoras han optado por cancelar las pólizas en zonas de alto riesgo, dejando a muchos, como Woods, sin cobertura justo antes de los incendios. La cancelación masiva de estas pólizas ha sido calificada como una «crisis de las aseguradoras», reflejando el impacto económico adicional de estos desastres en la población. Woods, aunque se mantiene crítico, enfrenta reacciones adversas por sus constantes polémicas en temas políticos y medioambientales.
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