A pocos kilómetros del bullicio de Madrid, Navalcarnero emerge como un remanso de tranquilidad y cultura, conservando la esencia de una localidad castellana histórica. Este pueblo madrileño, a tan sólo media hora en coche desde la capital, ofrece un viaje al pasado con un estilo de vida que recuerda a los mercaderes de antaño. En palabras de Leticia Correas, concejala de turismo del municipio, la «esencia castellana» es su principal atractivo, invitando a los turistas a recorrer caminos donde una vez viajaron comerciantes a caballo. Durante el siglo XVII, Navalcarnero se convirtió en un lugar significativo al albergar el enlace real de Felipe IV con Mariana de Austria, un acontecimiento cuya memoria se celebra anualmente a finales de agosto con el Real Mercado del Siglo de Oro.
Destacado por su rica oferta gastronómica y enoturismo, Navalcarnero forma parte del exclusivo programa Villas de Madrid. La localidad ofrece experiencias únicas a través de sus viñedos y bodegas, con la denominación de origen Vinos de Madrid. Este enfoque no sólo resalta su patrimonio cultural, sino que también fomenta el turismo familiar, al ofrecer un itinerario accesible y rodeado de naturaleza. Añadiendo valor a su rica tradición vitivinícola, celebraciones como la fiesta de la vendimia en octubre o el carnaval del Siglo de Oro en agosto dotan al municipio de un vibrante calendario cultural. Así, Navalcarnero cultiva un delicado equilibrio entre la apacible vida rural y la riqueza histórica y cultural que acoge a vecinos y visitantes por igual.
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