La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un innovador plan destinado a combatir la proliferación del mosquito tigre, un insecto invasor y potencial transmisor de enfermedades como el dengue, chikungunya o Zika. Este mes de noviembre, se iniciará la instalación de 120 cajas refugio para murciélagos en áreas estratégicas, gracias al interés de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior por implementar soluciones biológicas sostenibles. Los murciélagos, pertenecientes al género Pipistrellus, son considerados aliados naturales debido a su capacidad de consumir entre 1.000 y 3.000 mosquitos diariamente. La estrategia se centra en municipios de la comunidad donde la presencia del mosquito tigre ya ha sido detectada, como Rivas Vaciamadrid y Velilla de San Antonio, con 40 cajas previstas en dichos lugares y 20 adicionales en Aranjuez y Perales de Tajuña.
El mosquito tigre, clasificado como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, representa un desafío creciente para el ecosistema urbano debido a sus hábitos diurnos y su capacidad para adaptarse a los ambientes humanos. Desde su aparición en España en 2004, ha expandido su presencia por regiones como Cataluña, Galicia y, más recientemente, Madrid. Estos insectos no solo implican una molestia para la población, sino que, como señala la investigadora Martina Ferraguti, pueden ser transmisores letales de enfermedades que afectan tanto a humanos como a la fauna local. Ante la tendencia expansiva de estos mosquitos, las autoridades de Madrid apuestan por medidas ecológicas y efectivas que potencien el control natural de estas poblaciones, permitiendo que los murciélagos, depredadores naturales de insectos, optimicen sus hábitos de caza durante las franjas horarias más concurridas del mosquito tigre. Este enfoque ecológico ofrece una perspectiva integradora para manejar una amenaza de salud pública sin recurrir únicamente a métodos químicos.
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